estancias
y el rostro que lo anima,
salgo de mí, vigor profundo de esta totalidad
que lo eterno trasmuta en
la alquimia de su alegría
-luminoso reflejo
las brumas despiertan al nacimiento
del sol de las memorias;
mis pies están cubiertos
por una extraña forma
y aleteo en la brisa
como un centinela matinal
(sergio suárez figueroa, la paz 1967)